VIDEORECETA Brazo de gitano delicioso, dulce y esponjoso

Primero vamos a preparar el relleno. Cortamos la pasta de guayabo en trozos pequeños. Ponemos una olla a la llama media y echamos la pasta, el agua y el jugo de limón. Lo mezclamos cada minuto para que no se queme y debería tardar acerca de unos 7 minutos hasta que se derrita completamente. Lo sacamos de la llama, ponemos en un bol y dejamos enfriar.

Precalentamos el horno a los 190 grados celsius.

Untamos la bandeja de horno con las 2 cucharadas de la mantequilla a la temperatura ambiental. Arriba ponemos el papel para hornear y en él el resto de la mantequilla que nos quedó.

Mezclamos la harina con la sal y el polvo para hornear. Lo dejamos al lado.

Batimos las claras de los huevos hasta que se forme una espuma. Cuando se empieza a formar añadimos poco a poco 1/3 taza de azúcar. Lo ponemos al lado.

Ahora batimos las yemas de los huevos con el resto del azúcar y con la vainilla hasta obtener un color más claro y la consistencia cremosa, unos 3 minutos.

Luego lo mezclamos con la mantequilla derretida y con la harina que hemos pasado por un colador. Con cuidado echamos las claras de los huevos y mezclamos lentamente.

Echamos la mezcla preparada a la bandeja de horno y hacemos que se distrubuya igualmente por toda la superficie.

Lo ponemos al horno y horneamos unos 10-12 minutos. Al estar un poco dorado lo sacamos del horno y dejamos enfriar.

Después de 3 minutos lo espolvoreamos con el azúcar en polvo. Cubrimos la masa con un paño y giramos la bandeja para que la masa quede en el paño. Enrollamos la masa junto con el paño y la apretamos un poco. Así lo dejamor reposar unos 15-20 minutos.

Sobre una bandeja de horno limpia enrollamos la hoja de plástico. Sobre ella desenrollamos la masa preparada. La untamos con la mezcla preparada de guayabo dejando 1 cm en los bordes sin untar.

Lo enrollamos otra vez apretándolo un poco y lo enrollamos en la hoja de plástico. Lo ponemos al frigorífico durante 15 minutos.

Al final al estar completamente enfriado lo espolvoreamos generosamente con el azúcar en polvo y ya está. Lo podemos cortar, servir y disfrutar.