Cómo asar al horno dientes de ajo enteros

Precalienta el horno a 200°C (400°F). Esta es la temperatura perfecta para que los clavos se tuesten sin quemarse.

Prepare el ajo para asarlo pelando la mayor parte de las capas externas del bulbo de ajo. Pero recuerde que, según mi experiencia, deje intacta la piel de cada diente, ya que retiene los sabores jugosos y hace que el ajo quede tierno y cremoso.

Tome un cuchillo afilado y corte aproximadamente 1/4 de pulgada de la parte superior de los dientes, exponiendo los dientes de ajo individuales. Esto permite retirarlos fácilmente después de asarlos.

Coloque las cabezas de ajo en un molde para hornear o en un molde para magdalenas, un truco que descubrí en numerosas pruebas. Mantiene los ajos en su sitio y facilita su manipulación.

Rocía cada cabeza con una cucharada de aceite de oliva, usando los dedos para extender el aceite sobre todos los dientes de ajo cortados y expuestos. Añada siempre sal y pimienta al gusto - realza el sabor natural de los dientes de ajo.

Cubre el molde con papel de aluminio. No deje de cubrirlo, porque es este entorno cerrado el que ayuda a cocer al vapor y ablandar el ajo.

Hornee a 200°C (400°F) durante unos 30-40 minutos, o hasta que los dientes se ablanden al presionarlos. Vigílalos siempre porque los hornos varían y no querrás quemar los dientes de ajo.

Después de asegurarse de que se han enfriado del todo, los clavos pueden separarse fácilmente de su piel y utilizarse en sus recetas favoritas.