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¿Cómo se hace el jengibre confitado?
El jengibre confitado es una de mis recetas favoritas. El resultado es un tentempié deliciosamente dulce y picante que también es bueno para la digestión. Es totalmente casero y sabe mucho mejor que la versión comprada. Es muy fácil de hacer, sólo necesitas un poco de paciencia y tiempo.
Ingredientes
- 500 g jengibre fresco
- 400 g azúcar
- 500 ml agua
- Azúcar granulado para espolvorear
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Procedimiento
Para hacer tu propio jengibre confitado, primero pela el jengibre. Puede raspar fácilmente la cáscara con una cucharilla sin desperdiciar gran parte del jengibre. A continuación, córtalo en rodajas finas.
Ponga el jengibre en una cacerola mediana, añada el agua y llévelo a ebullición. A continuación, déjelo cocer a fuego lento durante unos 30 minutos o hasta que esté blando.
Ten cuidado cuando viertas el agua, está muy caliente. Pero procura conservar también un poco del caldo de jengibre, puede servir de base para un delicioso té.
Añadir el azúcar a la sartén y mezclar con el jengibre. Deje que la mezcla hierva a fuego medio hasta que el azúcar forme un almíbar. Puede tardar entre 20 y 30 minutos.
Ahora coloca las rodajas de jengibre individualmente en una bandeja de horno forrada con papel de hornear y espolvoréalas con el azúcar granulado.
Dejar enfriar y secar el jengibre confitado. Puede tardar unas horas o incluso toda la noche. Cuanto más se seque el jengibre, más crujiente quedará.
Puedes comer el jengibre confitado solo, utilizarlo en tartas y magdalenas o añadirlo al té o a los cócteles. ¡Diviértete probándolo!