Fuente: Pixabay: viarami
Cuñas de patata crujientes al horno
Esta receta es muy fácil de hacer y puede ser una magnífica adición a su repertorio culinario.
Ingredientes
- 4 Patatas russet grandes
- 2 cdas aceite de oliva
- 1 cucharadita polvo de ajo
- 1 cucharadita pimentón
- Sal al gusto
- Pimienta negra recién molida al gusto
- Perejil fresco picado (para decorar)
Procedimiento
Precaliente el horno a 200°C (400°F). Este calor es crucial para conseguir la textura crujiente de las patatas.
Enjuaga bien las patatas y sécalas. Dejarles la piel les aporta una textura maravillosa y, además, está repleta de nutrientes.
Cortar cada patata por la mitad a lo largo y luego cada mitad en cuatro cuñas. Intenta que queden lo más iguales posible para que la cocción sea uniforme.
Colocar los trozos de patata en una bandeja de horno. Rocíelas con aceite de oliva para que cada trozo quede bien cubierto. Esto no sólo evita que se peguen a la bandeja, sino que también ayuda a que queden crujientes.
Espolvoree los trozos de patata con ajo en polvo, pimentón, sal y pimienta negra recién molida. Remuévalas para que se sazonen uniformemente. Estos sabores le dan un toque delicioso, pero puedes mezclarlos con tus especias favoritas.
Coloca los trozos de patata con la piel hacia abajo. Este sencillo truco permite que la piel más gruesa quede más crujiente.
Hornear durante unos 30 minutos o hasta que las patatas estén doradas y crujientes. A mitad de camino, dales la vuelta para que se doren por igual.
Sacar del horno y dejar enfriar un poco antes de servir. Este paso permite que las cuñas se endurezcan un poco, realzando su textura crujiente.
Decorar con perejil fresco picado antes de servir, para dar un toque refrescante al picante de las patatas. Disfrute de estos crujientes trozos de patata asada como guarnición o tentempié.