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Yemas de Ávila
Las Yemas de Ávila son pequeños dulces que evocan nostalgia y alegría a vista y paladar. Mi abuela me enseñó a prepararlas y es una receta que siempre llevo en el corazón. Son deliciosas, pero requieren de tu dedicación y tiempo, te aseguro que te sentirás recompensado al probarlas. Esta receta rinde para aproximadamente 30 yemas y el tiempo de preparación es aproximadamente de 2 horas.
Ingredientes
- 11 yemas de huevo
- 150 g de azucar
- 1⁄2 limon (el jugo)
- Azúcar glas para decorar
- 150 ml de agua
- Papel encerado
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Procedimiento
Primero, debes hacer un almíbar con el azúcar y el agua. Coloca ambos ingredientes en una cacerola a fuego medio y deja que hiervan por unos 10 minutos. Si tienes un termómetro de cocina, el almíbar estará listo cuando alcance los 105°C. Mi abuela siempre decía que un punto importante de las yemas de Ávila es el almíbar, así que no te precipites en este paso.
Mientras el almíbar se está preparando, separa las yemas de las claras. Es importante no tener ni rastro de clara en las yemas para obtener una textura óptima.
Pasado los 10 minutos, retira el almíbar del fuego y dejas enfriar un poco. Es importante añadir el jugo de limón cuando el almíbar esté tibio, este paso realza el sabor en el producto final.
Añade las yemas al almíbar, mezcla bien. Ten en cuenta que las yemas no deben llegar a cocerse, sólo deben espesarse. Un buen truco es mover constantemente y no perder de vista la consistencia de la mezcla.
Una vez que las yemas y el almíbar estén bien mezclados, déjalos reposar aproximadamente 2 horas en un lugar fresco.
Pasado el tiempo de reposo, es hora de dar forma a nuestras yemas de Ávila. Para hacerlo, toma una pequeña porción de la mezcla con una cuchara y colócalas sobre el papel encerado. Cuando tengas todas las yemas formadas, espolvorea con azúcar glas para darles su aspecto característico.
Y ya están listas tus deliciosas yemas de Ávila. Acompaña con un café o té caliente y tendrás el descanso perfecto.